No se como pudo entrar en mi este intruso que quiere algo de vos, aunque tenga que luchar contra viento y marea y subir peldaño por peldaño, yo quiero amar y envejecer; Me juego el corazón como el cowboy en el country de la soledad, donde estas esperándome. No te pido muchas cosas, ni siquiera lo más fino, solo te pido lo más lindo: recuerdos, historias... pero estoy perdido y me resulta imposible encontrarme, creo que es porque tengo miedo a equivocarme. Me han dicho: ama a quien llora por ti... Pero necesito otra vuelta de tuerca, ver todo desde la postura de la doctora, llamarla para decirle que estoy envuelto en soledad por culpa de la casada, esa que conocí en el bar clásica y moderna y que estoy loco por volverla a ver. Ella es como una princesa y yo el ratón. Estoy por tomar mi atajo al infierno, es como ir por colectora. Me estoy poniendo viejo entre tanta contradicción, tantas escaleras, tantos oportunistas, tanta duda. Con mis amigos el negro, el cubano José, Oscarcito y el enano, me refugio en la cerveza con un candombe de resaca, escuchando a Sabina y Piazzola. No se si es locura y realidad, no se que vicios tengo, ni se de donde vengo, menos sé hacia donde voy con esta vida de estafador. No se que es dios, no se que carajo es el amor, no se dónde esconder tantas manos y no se que hago yo esperando un puto AS, no se lo que significa Skalipso pero tampoco se que es lo que pretendo no saber, no se si quiero tener razón o ser feliz. Solo se que quiero hacer las cosas a mi modo y que viviré a conciencia esta lección. Porque quizas después a esta crisis me la curan una sola cosa:

LAS PASTILLAS DEL ABUELO