Salida con amigas... esas amigas viejitas de siempre, esas mejores amigas con las que tenés mayor afinidad, esas amigas que si tenés que elegir, las elegiría una y otra vez, sin pensarlo. Salida, de esas salidas que te duele la panza de reírte, que por más que tengas que hacer media hora de cola para entrar al bar-boliche-fiesta, vale la pena esperar!, esas salidas con fotos graciosas y gente conocida y 'boluda, mira quien está allá'. Un bar, de esos chiquitos que hace mucho calor, que va toda la gente que conoces, ese que te comiste una vez, ese que te gusta de la facu, ese que tenes en facebook y se esta comiendo a un gato mal, y demás. Y ahí estábamos nosotras, yo y mis amigas... y aunque quería evitarlo y no verlo más, estaba él. Yo, mis amigas, un bar, él. En un principio intenté evitarlo al máximo, no verlo, no estar cerca, pero mis amigas no tuvieron mejor idea que ubicarse justo al lado de su grupito de amigos, en el cual también estaba incluida su novia-casinovia-amiga-gorda, que andaba dando vueltas. Pero por suerte, su presencia no arruinó mi noche, sino, al contrario. Comenzando por un típico juego de miradas estúpidas cuando hablaba con uno de sus amigos, me saludó. Y como siempre, dando vueltas y con su continuo boludeo. Que saludame bien, que así no, que dame un beso.... sí, dame un beso. Y en ese preciso instante tenia que aparecer de nuevo la rubiatarada, así que pegué media vuelta y me fui con mis amigas nuevamente. Después de dar un par de vueltas por el bar, sin ningún sentido alguno, encuentro nuevamente a nuestro amigo-común. Charlando con él, me invita a que me lleve a casa una vez terminada la fiesta, me niego y aparece él nuevamente como por arte de magia. Charla va, charla viene, nuestro amigo-común le cuenta que me negué a su invitación de llevarme a casa, a lo que él no tiene mejor idea que contestar que 'porque ella se viene conmigo a casa'.... si, a su casa, con él. Creo que nunca estuve tan feliz como anoche, yéndome con él después de una fiesta, a su casa, a su cama. Todavía no puedo creerlo, no caigo, fue un sueño. Lo peor es que ahora, vuelve todo, vuelve él a mi cabeza, vuelve a desaparecer y vuelvo a enloquecer. Chau.