No puedo dejar de leer Abzurdah, lo empecé hoy a eso de las ocho pm y son las dos y treinta y tres am... sinceramente no puedo dejarlo. Quiero terminarlo, pero veo que la barrita del costado no baja más; va, no quiero terminarlo, me encanta. Me siento muy identificada con ciertas cosas, no lo del desorden alimenticio, eso no me interesa ni me identifico en lo más mínimo, sino en ciertas cosas que le pasan, que piensa o en algunas formas de actuar o pensar. Cómo escribe, me fascina. Tendría que ir a dormirme porque ya estoy hace horas frente a la computadora y me va a hacer mal, pero quiero seguir leyendo. Empiezo un nuevo capítulo y prometo lo mismo.. 'uno más y lo dejo', mentira... hasta no llegar a la mitad no paro. Me faltan solamente sesenta páginas, chau.