Si yo fuera el Indio Solari, estaría perdiendo el tiempo, salando las heridas de la murga de los renegados, que fueron fusilados por la cruz roja, cuando iban para San Telmo. Yo, caníbal no sería, y conocería el arte del buen comer, tanto sushi, como queso ruso. Saldría con Susanita (una piba con la remera de Green Peace que es la hija del fletero), para que me dé un poco de amor francés. En vez de reirme "jajaja", me reiría "jijiji". Tendría juguetes perdidos, porque me los robaría el ladrón de mi cerebro. Las buenas noticias (noticias de ayer), son que llevaría a cabo la tarea fina de pegarles una etiqueta negra para reconocerlos. Tendría la ropa sucia, como la del pibe de los astilleros que se cayó y se pegó todo un palo (¡Ya es hora de levantartarse querido!). Me tomaría el último bondi a Finisterre, para no seguir preso en mi ciudad, por culpa de esa gran ley que no acepta a mi perro dinamita.