Se necesita solo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar. No hay cosa que más avive el amor que el temor de perder al ser amado. Es muy simple; cuando uno quiere a una persona puede llamarla por cualquier nombre, que siempre tiene un sentido cariñoso. Cuando te das cuenta que quieres pasar el resto de tu vida con una persona, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible. Durante la juventud creemos amar; pero solo cuando hemos envejecido en compañía de otro, conocemos la fuerza del amor. Te dejaré de amar el día que un pintor pinte sobre su tela el sonido de una lágrima. El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor. Cuando los sabios se enamoran parecen tontos; cuando se enamoran los tontos, parecen tan tontos como antes. El amor es como los huéspedes. Lo que importa no es creer en ellos, sino saberlos recibir cuando se presentan, aprovecharlos mientras están, y despedirlos con cortesía cuando se marchan. Los amores son como los niños recien nacidos; hasta que lloran no se saben si viven.