Las miradas que cruzamos son palabras con el corazón, no hay secretos, tengo el cielo por mirarte y ningún dolor. Sin embargo sigo siendo una distraída como cuando era una niña, dejando mariposas escapar. Si te vas, no tengo nada, si te quedas puedo hasta el mundo cambiar. O quizás no habré crecido, dejando mariposas escapar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario